Introducción: ¿Qué son los recursos tecnológicos para el aprendizaje?

     Los recursos tecnológicos para el aprendizaje son distintas herramientas que pueden ser empleadas por docentes y estudiantes en su quehacer educativo. Complementan el discurso magistral del docente con textos, imágenes, gráficos o videos, de manera que se estimula el aprendizaje mediante varios sentidos. También incluyen herramientas que facilitan la comunicación y cooperación entre los participantes de la clase, y su conexión con el mundo exterior.

     Existen muchos tipos de recursos tecnológicos para el aprendizaje. Contamos con recursos tradicionales como la pizarra y los carteles, pero también con las tecnologías más recientes en electrónica y telecomunicaciones, como las computadoras y la Internet. El uso adecuado de todos estos recursos tecnológicos permite crear un ambiente educativo más entretenido, interesante y enriquecido, lo cual beneficia a los estudiantes y le permite a los docentes poner en práctica su creatividad.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Preparando una clase: elementos que hay que tomar en cuenta

    Mucho antes de pensar en ejercer como docentes, es necesario que podamos asegurar que tenemos suficiente dominio de la materia que vamos a enseñar. Y aunque ya se hayan estudiado estas materias, antes de dar una clase es importante realizar un repaso de los temas que van a exponer a los estudiantes. Creo que es importante, que hasta el profesor más docto en el tema a exponer durante su clase, haga un breve repaso como preparación previa, e incluso se actualice brevemente con contenidos en Internet, quizás con noticias o artículos recientes que tienen que ver con el tema. Los siguientes son tres aspectos relevantes en la preparación de una clase:

 
1. Preparar un esquema de los temas a verse durante la clase, y anotarlo en una esquina del pizarrón, lo cual facilita el orden de desarrollo de las ideas, tanto para el docente como para los estudiantes, que pueden verificar como está avanzando la clase respecto a los temas a cubrir. Esto se asemeja a algo llamado "listas de pendientes" o en inglés: "to-do lists". Además, al inicio de la lección, es posible conversar brevemente con los estudiantes acerca de la idea principal de cada tema en el esquema de la clase, como una forma de interesarlos en los temas a tratar y darles un calentamiento mental previo.

    Personalmente, he visto que muchos profesores, aún siendo doctos en su materia, no repasan el esquema de capítulos y contenidos del libro que van a exponer, de manera que hablan de temas que no conciernen durante esa lección. Esto me parece una evidencia de que no han preparado la clase, y que no han repasado el esquema de contenidos del libro, o del curso, para preparar un esquema de temas específico para la clase que van a impartir. Esta actividad quizás no les tomaría más de 5 minutos, y podrían incluso realizarlo en los primeros minutos de la clase, escribiéndolo en una esquina del pizarrón.

2. El docente debe plantearse varias estrategias mientras repasa el material que va a impartir durante la clase. El docente necesita pensar de antemano, en varias estrategias educativas que pueda usar durante la clase, pero sin hacer planes demasiado rigurosos o exactos, sino solamente una guía flexible, que puede cambiar en el transcurso de la clase. Aunque se pretende lograr espontaneidad al dar la clase, sí es importante preparar estas estrategias de antemano de forma específica para los temas y conceptos que se verán durante esa clase. Esto se hace con la intención de lograr un buen equilibrio entre el contenido y la forma de exponer ese contenido en clase.

    Por ejemplo, el docente puede pensar en estrategias y recursos para explicar algunos conceptos difíciles, preguntarse cómo crear una impresión duradera en los estudiantes respecto a los temas a tratar, qué tipo de interrogantes les puede plantear a los estudiantes para que hagan auto-reflexión o auto-investigación, y plantearles pequeñas tareas, cosas pequeñas y fáciles de hacer, que les causen más curiosidad que molestia. También puede preguntarse qué actividades puede realizar con los estudiantes para que disfruten lo que están aprendiendo, y qué tipo de material motivador puede usar para capturar su atención, etc. Otro ejemplo puede ser un el caso de un docente que viste alguna prenda o equipo relacionado con el tema a tratar, o con alguna actividad que piensa realizar con los estudiantes, sin explicar desde un comienzo porqué viste eso, y creando así una controversia que mantiene la atención de los estudiantes. Esta sería una manera de avisarles que tiene preparada una grata sorpresa para ellos, en la forma de alguna actividad entretenida y fuera de la rutina.

3.  El docente necesita tener en cuenta la imagen (vestido, ropa, actitud) que presenta a los estudiantes, y las comunicaciones no-verbales y socio-afectivas que lleva a cabo con ellos y que observa también entre ellos. Muchas veces, la virtud de dar clases a un grupo de estudiantes está en formar un ambiente colaborativo de aprendizaje, como dice el autor del libro (Bartolomé, 2012): "diseñar la enseñanza no es diseñar los contenidos ni las actividades por realizar. El objetivo es crear redes sociales, ambientes en los que, a través de la interrelación, se generen los aprendizajes".
 
    El docente necesita mostrar la actitud que él quiere incentivar en sus estudiantes. Necesita mostrar también confianza y dominio del tema, y al mismo tiempo, humildad. Necesita tratar a los estudiantes como personas dignas de respeto, fijarse en el potencial que tienen para aprender e investigar, y no tratarlos mal "por ignorantes", refiriéndose a la falta de información que no tienen la culpa de tener, porque se supone que asisten a clases para aprender cosas nuevas, y no porque ya vienen aprendidos de nacimiento o de la casa. El caso sería semejante a un sastre que se burla de su cliente porque aún no tiene un vestido hecho; se supone que es trabajo del sastre hacerle el vestido al cliente, por lo que esa burla no tiene el más mínimo sentido. En el caso de un docente y sus estudiantes, este resentimiento lo único que logra es dificultar el proceso de enseñanza-aprendizaje, y causar una mala auto-imagen en los estudiantes mal juzgados, que puede acabar en grandes problemas de aprendizaje para el alumno o en deserción escolar.

    El docente debe aceptar cuando una materia es difícil de comprender, y no exigirles a sus alumnos que entiendan con una sola explicación, sino más bien solidarizarse con ellos y buscar formas de que comprendan los temas más difíciles, en lo posible cambiando la estrategia de enseñanza, y no repitiendo la misma estrategia que no ha funcionado antes, como hacen muchos docentes cuando dan clases extra o "centros" de estudio. No es posible esperar un resultado diferente, si se sigue repitiendo la misma acción, sin importar cuántas veces se repita.

    El docente necesita tratar a sus estudiantes cordialmente, con una actitud respetuosa pero también amistosa, ir conociendo los nombres de sus alumnos, y si el docente no es bueno recordando nombres de personas, ayudarse con algún tipo de lista de clase con un retrato de cada alumno y un comentario de qué le parece llamativo en cada persona, ya sea en su imagen o en su personalidad. También debe tratar de comprender las malas actitudes de los estudiantes cuando estas surjan, recordar que son personas más sinceras e irreverentes que los adultos, solo por el hecho de ser jóvenes, y por eso debe tratar con ellos de una forma respetuosa, buscando soluciones, no condenándolos, o dejando pasar la controversia sin mayor conflicto, si no se trata de algo relevante. Así es posible que se gane el respeto y admiración de muchos estudiantes que no reciben este buen trato en sus hogares.

  Como docente, hay que sentir seguridad en que se conoce una buena parte de lo que se pretende enseñar, pero como es imposible saberlo todo, aún dentro de un determinado campo de estudio, y porque la memoria aveces puede fallar y necesita constante verificación, también hay que tener una actitud humilde, de manera que el docente permite que los estudiantes aveces sepan y contribuyan con datos que el mismo no tenía a la mano en ese momento, o los busca rápidamente en un manual, libro o en Internet, sin preocuparse de ser llamado ignorante o mal profesor. Al contrario, se siente bien de darles a sus estudiantes un buen ejemplo a seguir: evacuando dudas, confirmando datos, investigando con eficiencia y rapidez. Un docente es más apreciado por sus estudiantes, cuando responde dudas sinceramente y admite cuando algo no lo tiene claro y necesita investigarlo un poco, con la intención de traerles una explicación más clara a sus estudiantes en la próxima clase.

     También puede asignar la interrogante como una tarea (el docente se incluye él mismo en la tarea), para discutirlo brevemente en la próxima lección. Esto estimulará a los estudiantes a sentir que el docente los respeta como semejantes y no como seres inferiores en su capacidad intelectual y les permite tener el gusto tratar de investigar y explicar algo que al profesor se le dificultó exponer.  De esta forma, el docente muestra seguridad en lo que sabe, pero también humildad en su condición humana de no poder saberlo todo con exactitud, y con su ejemplo, invita a los estudiantes a que tomen un papel activo en su proceso de aprendizaje, investigando y verificando cosas con un criterio propio.

Texto de referencia:
Bartolomé-Pina, A.R. Recursos tecnológicos para el aprendizaje. San José, C.R. : EUNED, 2012, 524 p. 

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