Introducción: ¿Qué son los recursos tecnológicos para el aprendizaje?

     Los recursos tecnológicos para el aprendizaje son distintas herramientas que pueden ser empleadas por docentes y estudiantes en su quehacer educativo. Complementan el discurso magistral del docente con textos, imágenes, gráficos o videos, de manera que se estimula el aprendizaje mediante varios sentidos. También incluyen herramientas que facilitan la comunicación y cooperación entre los participantes de la clase, y su conexión con el mundo exterior.

     Existen muchos tipos de recursos tecnológicos para el aprendizaje. Contamos con recursos tradicionales como la pizarra y los carteles, pero también con las tecnologías más recientes en electrónica y telecomunicaciones, como las computadoras y la Internet. El uso adecuado de todos estos recursos tecnológicos permite crear un ambiente educativo más entretenido, interesante y enriquecido, lo cual beneficia a los estudiantes y le permite a los docentes poner en práctica su creatividad.

lunes, 30 de septiembre de 2013

La lección magistral: su importancia y sus limitaciones


    La lección magistral es un método de enseñanza enfocado en el docente, donde se da una exposición continua de un tema, sobre todo de forma oral, aunque el docente puede usar también algunos materiales de apoyo como el pizarrón o un proyector. Los estudiantes se ven limitados la mayor parte del tiempo a tratar de escuchar, entender y tomar apuntes, aunque es común que se les den ocasiones para despejar sus consultas de forma ordenada durante la exposición, levantando la mano para que el profesor les de permiso para hablar, que se les indique que anoten sus dudas para aclararlas hasta el final de la exposición del docente, si es que el docente pone de su parte para completar su exposición antes de que termine la lección, lo cual no siempre sucede.
 
    Esta forma de enseñanza es la que se suele dar más en las universidades, particularmente en auditorios con una gran cantidad de alumnos, pues se da por un hecho que los estudiantes universitarios son capaces de permanecer en silencio sin interrumpir la clase, ya sea que pongan atención al profesor o no. Para la enseñanza secundaria y primaria, no es razonable esperar esta actitud tan estática de los inquietos jóvenes, ni tampoco es necesario cubrir tanta materia en cada lección, como en un curso universitario, y por eso es deseable combinar la clase magistral con algún otro método de enseñanza que propicie la curiosidad y participación de los jóvenes estudiantes, y que les permita moverse y expresarse con un poco más de libertad.



 Ventajas del uso de la lección magistral

    La lección magistral permite que un profesor le de una clase a un auditorio con muchos estudiantes, y que pueda adelantar materia a un ritmo rápido y constante, cosa que sería más difícil de lograr si se usara un método distinto a la lección magistral. Además, si la lección magistral ya estaba prefabricada, y si el docente la ha repetido ya muchas veces en el pasado, el docente reduce su carga de trabajo a solamente exponer la lección y despejar algunas dudas, sin tener que hacer grandes esfuerzos por preparar o actualizar la clase de antemano, ni tampoco se preocupa de moderar una dinámica más participativa en el grupo. Pero hay que notar que esta ventaja es solo para el docente repetitivo, y no tiene un beneficio para los estudiantes.

   Otra ventaja de la lección magistral, si se sabe aprovechar, es que permite una gran interacción con los estudiantes, enfatizando una emocionalidad que no puede encontrarse en un libro de texto, con gestos no-verbales, anécdotas, comentarios chistosos, ingeniosos o inspiradores, tanto de parte del profesor como de los estudiantes, y esto aumenta la interacción y bienestar de toda la clase, logrando que hasta los estudiantes más distraídos presten atención.


Desventajas del uso de la lección magistral

   La lección magistral tiene la desventaja de que típicamente consiste en un proceso unidireccional que le da el papel activo casi exclusivamente al docente, y mantiene a los alumnos en una posición de receptores pasivos, por lo que no se les estimula a participar en el tema con más plenitud.

     Se dice que la lección magistral es poco eficiente (ineficaz) cuando su único objetivo es recitar en clase los contenidos de un libro de texto, que los estudiantes pueden estudiar por su propia cuenta con mucha más comodidad. En tiempos antiguos, cuando no había materiales de apoyo como libros de texto, computadoras o la Internet, esta actitud era aceptable, porque el docente era el único en la clase que tenía el conocimiento capturado en su mente, y por tanto, era obligatorio que lo recitara a la clase, antes de hacer otro tipo de actividades. Pero hoy en día, la información está disponible fácilmente a los estudiantes de diversas formas, y ya no es la labor del docente recitar lo que los estudiantes pueden leer por su propia cuenta, sino que su nueva labor es guiarlos a encontrar información relevante, en medio del mar de información disponible en el tiempo presente, y analizarla junto con ellos en la clase, creando resúmenes y esquemas, despejando dudas, y generando una discusión participativa.

    La clase magistral también puede ser ineficiente cuando es demasiado larga y sin pausas. Esto se da porque muchos estudiantes dejan de prestar atención luego de 15 minutos de una charla continua y sin pausas; y algunos de ellos quizás pierden la atención mucho antes, en 5 o 10 minutos, de una exposición sin pausas. Una concentración que dura mucho tiempo y sin interrupción solo se da de forma natural cuando una persona está muy bien motivada, determinada y enganchada con el tema que esta estudiando, pero en una clase con muchas personas y temas que no siempre son interesantes, no es posible pedirle una atención prolongada de este tipo a los estudiantes, sino que es mejor facilitar una clase más participativa, aprovechando el elemento social y afectivo que existe en un salón de clases. Si se quiere que un estudiante se concentre en una lectura por horas, sería mejor brindarle un cubículo pequeño y sin distracciones en una biblioteca o que lo haga en su casa si puede, para luego incentivarlo a analizar esta materia en grupos de estudiantes o con un diálogo en clase, moderado por el docente.


 Recomendaciones para el uso del discurso magistral

    Pienso que al docente le conviene dar una pequeña charla magistral al inicio de la clase, de no más de 15 minutos, a manera de resumen de la materia del libro de texto, solo como una introducción para una clase más dinámica, y como un esquema para el desarrollo de cada lección (puede ir anotando en una esquina del pizarrón este esquema), además de servir para poner al día a los estudiantes que no pudieron o no quisieron estudiar la materia relevante para esa lección. Según el libro de texto (Bartolomé, 2012), para estudiantes de primaria o secundaria, se recomienda un discurso cuya duración no exceda la edad de los alumnos reducida en 2-3 minutos; por ejemplo, 4 minutos para un estudiante de primer grado, y unos 10 minutos o menos para estudiantes de sétimo año. Luego, durante la lección, el docente puede referir a sus estudiantes a ciertas páginas del libro de texto, páginas Web, u otro material, conforme avanzan en una discusión participativa de los temas tratados. De esta manera, la lección magistral se alterna con otras técnicas de enseñanza, y se reduce su extensión, para beneficio de los estudiantes.


Texto de referencia:
Bartolomé-Pina, A.R. Recursos tecnológicos para el aprendizaje. San José, C.R. : EUNED, 2012, 524 p.

Fuentes de información adicionales, consultadas en Internet:
La Lección Magistral - http://www.aulafacil.com/Didactica/clase4-2.htm

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