Introducción: ¿Qué son los recursos tecnológicos para el aprendizaje?

     Los recursos tecnológicos para el aprendizaje son distintas herramientas que pueden ser empleadas por docentes y estudiantes en su quehacer educativo. Complementan el discurso magistral del docente con textos, imágenes, gráficos o videos, de manera que se estimula el aprendizaje mediante varios sentidos. También incluyen herramientas que facilitan la comunicación y cooperación entre los participantes de la clase, y su conexión con el mundo exterior.

     Existen muchos tipos de recursos tecnológicos para el aprendizaje. Contamos con recursos tradicionales como la pizarra y los carteles, pero también con las tecnologías más recientes en electrónica y telecomunicaciones, como las computadoras y la Internet. El uso adecuado de todos estos recursos tecnológicos permite crear un ambiente educativo más entretenido, interesante y enriquecido, lo cual beneficia a los estudiantes y le permite a los docentes poner en práctica su creatividad.

Trabajo Colaborativo

    El autor del libro de texto (Bartolomé, 2012) comenta que el trabajo colaborativo se da en un grupo de estudiantes cuando estos asumen tareas conjuntamente, compartiendo ideas y vivencias durante todo el proceso, mejorando así las relaciones sociales. La idea que se busca al incentivar este tipo de trabajo colaborativo, se basa en que las funciones mentales superiores, como razonar y pensar críticamente, son originadas en el trato social, y pueden ser mejoradas cuando ese trato social se da en un ambiente colaborativo.

    Basándose en este principio social, el trabajo colaborativo puede ser muy importante para mejorar la capacidad de aprendizaje de los estudiantes, y además los estimula a desarrollar destrezas sociales necesarias durante el trabajo en grupo. Por otro lado, el autor hace la distinción entre el trabajo colaborativo, y el cooperativo. Este último, el trabajo cooperativo, se limita a una mera repartición de tareas entre varias personas, con el fin de elaborar de forma más eficiente un producto final; pero en el proceso, actúan de forma separada unos de otros, sin dialogar o exponerse sus ideas unos a otros, por lo que no están recibiendo el beneficio que provee el "pensar juntos"que sí da el trabajo colaborativo.

Texto de referencia:
Bartolomé-Pina, A.R. Recursos tecnológicos para el aprendizaje. San José, C.R. : EUNED, 2012, 524 p.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario